En 1713 fue nombrado Fontanero Mayor de la ciudad, por lo que tuvo a su cargo tanto la actividad constructora de la ciudad como la ingeniería hidráulica.
Fue el primero en usar la pilastra abalaustrada serliana, expresión predominante barroca de la arquitectura del período manierista y del renacimiento.
Entre sus obras figuran la casa de la Moneda, el convento de la Recolección, el oratorio de San Felipe (1730), el antiguo seminario de León de Nicaragua (1753) y la catedral de la misma ciudad (1760).
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